miércoles, 10 de mayo de 2017

Camino, verdad y vida

5º Domingo de Pascua, ciclo A
Hch 6,1-7  -  1Pe 2,4-9  -  Jn 14,1-12

   Cuando hay: desorientacionesmentirasviolencias
¿qué podemos hacer?, ¿seguir la corriente?, ¿quedarnos indiferentes?
   Hay aquí un gran desafío, debemos dar testimonio de Jesús, pues:
-Él es el camino que nos conduce al Padre.
-Él es la verdad que nos hace libres.
-Él es la vida que nos colma de alegría. (Plegaria Eucarística V,b).

Jesús es el camino
   Hoy en día, sobre todo en la ciudad, hay hombres y mujeres que:
viven desorientados… corren de un lugar a otro sin saber para qué…
son esclavos del consumismo… buscan sus propios intereses…
   Si añadimos: la drogadicción… el alcoholismo… la pornografía…
vamos a encontrarnos con personas que están destruyendo su vida,
y también destruyendo su hogar y el futuro de otras personas.
   Los cristianos y personas de buena voluntad debemos preguntarnos:
¿Por qué ocurre todo eso en un país con tantos millones de católicos?
¿Qué educación estamos dando? ¿Qué está haciendo la Iglesia?
(Preguntas de Benedicto XVI a un grupo de obispos mexicanos, 2006).
  Si damos más importancia a las costumbres humanas y apariencias...
al prestigio y a la complicidad con el poder económico… etc.
las consecuencias están a la vista: un pueblo creyente desorientado.
   Cuánta falta nos hace seguir a Jesús para no caminar en tinieblas:
*El camino que lleva a la perdición es ancho y muchos van por ahí.
¡Y qué angosto y estrecho es el camino que lleva a la salvación!,
y son pocos los que lo encuentran (Mt 7,13s).
*Juan vino, enseñando el camino de la justicia, y no le creyeron;
mientras que los publicanos y las prostitutas le creyeron (Mt 21,32).
*La luz está todavía entre ustedes, pero por poco tiempo.
Caminen mientras tengan luz, para que no les sorprenda la noche;
porque quien camina en la oscuridad, no sabe a dónde va.
Mientras tengan luz, crean en ella y serán hijos de la luz (Jn 12,35s).

Jesús es la verdad
  ¿Hasta cuándo ciertos medios de comunicación seguirán mintiendo,
en vez de informar objetivamente y formar la opinión de la gente?
¿Se justifica jurar por la Biblia, ante la imagen del Crucificado, 
para “decir la verdad, toda la verdad  y nada más que la verdad”;
sabiendo que el juicio ya lo ganó el que sobornóal juez y testigos?
¿Por qué hay candidatos creyentes que dicen una cosa en su campaña
y, al llegar a ocupar el cargo, mienten y hacen todo lo contrario?
Nuestra homilía, ¿crea opinión pública inspirada en el Evangelio?
   Oigamos la voz de Jesús y, como Él, seamos testigos de la verdad:
*Si permanecen fieles a mi palabra, serán realmente discípulos míos,
Entonces conocerán la verdad y la verdad les hará libres (Jn 8,32).
*Padre, santifícalos con la verdad, pues tu palabra es la verdad.
Así como tú me enviaste al mundo, también yo los envío al mundo.
Por ellos me santifico, para que sean santificados con la verdad.
Ruego por los que, mediante su palabra, van a creer en mí(Jn 17,17s).
*Yo soy rey y vine al mundo, para dar testimonio de la verdad.
Quien está de parte de la verdad escucha mi voz (Jn 18,37).

Jesús es la vida
   ¿Qué hacemos cuando se destruye: la vida de nuestra madre tierra,
la vida de los pobres indefensos, la vida de las futuras generaciones?
Hace falta conversión ecológica, pues el crimen contra la naturaleza
es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios(LS, 8).
Además, los creyentes debemos tomar conciencia que: cada criatura
refleja algo de Dios y tiene un mensaje que enseñarnos(LS, n.221).
La Eucaristía -nos recuerda el Papa- es fuente de luz y de motivación
para preocuparnos por el ambiente y cuidar todo lo creado(LS, 236).
   Por todo esto, que el pan y el vino que ofrecemos en la Eucaristía,
sean fruto no de la tierra contaminada, sino de la tierra que da vida;
y sean también fruto de un trabajo dignode los hombres y mujeres.
   Jesús, el Campesino de Nazaret, tiene autoridad moral para decir:
*Yo soy el pan vivo… el que coma de este pan vivirá (Jn 6,51).
*Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante (Jn 10,10).
*Éste es mi mandamiento: ámense unos a otros como yo les amo.
El amor más grande es dar la vida por sus amigos (Jn 15,12s). 
*Padre, esta es la vida eterna: conocerte a ti, el único Dios verdadero,
y conocer a Jesucristo, a quien tú enviaste(Jn 17,3).
J. Castillo A.

miércoles, 3 de mayo de 2017

El pastor da vida a las ovejas

4º Domingo de Pascua, ciclo A
Hch 2,14.36-41  -  1Pe 2,20-25  -  Jn 10,1-10

   Con un lenguaje simbólico y sencillo, el Evangelio nos recuerda
que los cristianos debemos escuchar la voz de Jesús… y seguirle
Esa voz no debemos confundirla con escritos y costumbres humanas,
que distan de las enseñanzas y obras de Jesús, nuestro único Maestro.

Las ovejas no oyen la voz de los extraños
   En la época de Jesús y en nuestros días, hay malos pastores,
es decir, malas autoridades que asaltan, roban, matan (cf. Ez 34).
   Al respecto, el III Concilio de Lima (1582-1583),
con mucha razón, hizo la siguiente denuncia que tiene actualidad:
A los curas y a otros ministros eclesiásticos manda muy de veras
que se acuerden que son pastores y no carniceros… Es cosa muy fea
que los ministros de Dios se hagan verdugos de los indios (III acc, 3º).
   Hoy, no debemos hacer mal uso de la imagen de ovejas y pastores,
para justificar: -que la Iglesia Cristo es una sociedad de desiguales…
-que solo la jerarquía tiene autoridad para conducir a la multitud…
-que los clérigos son ministros sagrados, los demás son laicos…
(Vaticano I, sobre la Iglesia.  Pío XI, Vehementer Nos.  CIC, cn.207).
   Sobre el clericalismo (influencia excesiva del clero en la sociedad),
el 19/marzo/2016, el Papa Francisco escribe al Card. Quellet y dice:
*El clericalismo es una de las deformaciones en América Latina,
pues anula la personalidad de los cristianos, disminuye y desvaloriza
la gracia bautismal que el Espíritu puso en el corazón de la gente.
*El clericalismo lleva a la funcionalización del laicado,
tratándolo como “mandaderos”, limita las distintas iniciativas,
esfuerzos y osadías necesarias para poder llevar el Evangelio
a todos los ámbitos del quehacer social y especialmente político.
*El clericalismo lejos de impulsar los distintos aportes y propuestas,
va apagando el fuego profético de toda la Iglesia.
*El clericalismo se olvida que la visibilidad y la sacramentalidad
de la Iglesia pertenece al Pueblo de Dios, y no a unos pocos elegidos.

El pastor conoce a las ovejas
   En la carta al Card. Quellet -refiriéndose al pastor- el Papa dice:
El Santo Pueblo fiel de Dios es al que como pastores estamos
continuamente invitados a ver, proteger, acompañar, sostener, servir.
Un padre no se entiende a sí mismo sin sus hijos.
Puede ser un muy buen trabajador, profesional, esposo, amigo;
pero lo que lo hace padre tiene rostro: son sus hijos.
Lo mismo sucede con nosotros, somos pastores.
Un pastor no se concibe sin un rebaño al que está llamado a servir.
El pastor, es pastor de un pueblo, y al pueblo se lo sirve desde dentro.
Muchas veces se va adelante marcando el camino,
otras detrás para que ninguno quede rezagado y, no pocas veces,
se está en el medio para sentir bien el palpitar de la gente.
   Más adelante, el Papa subraya la importancia de nuestro bautismo:
El primer sacramento, el que sella para siempre nuestra identidad
y del que tendríamos que estar siempre orgullosos es el del bautismo.
Por él y con la unción del Espíritu Santo,(los fieles) quedan
consagrados como casa espiritual y sacerdocio santo(LG, n.10).
Nuestra primera y fundamental consagración hunde sus raíces
en nuestro bautismo. A nadie han bautizado cura, ni obispo.
Nos bautizaron laicos, signo permanente que nadie podrá eliminar.
Nos hace bien recordar que la Iglesia no es una elite
de los sacerdotes, de los consagrados, de los obispos;
sino que todos formamos el Santo Pueblo fiel de Dios.
   Como miembros del Santo Pueblo de Dios, tengamos presente que:
Jesús es la puertapara conocer el rostro misericordioso del Padre.
Jesús es la puertaque hace realidad entre nosotros el Reino de Dios.
Jesús es la puertapara que tengamos vida, y la tengamos abundante.
   Para conocer a Jesús… oír sus enseñanzas… seguir su ejemplo;
meditemos en las palabras que Él dijo, según el Evangelio de Juan:
*Yo soy el pan de vida, el que viene a mí, no pasará hambre (6,35).
*Yo soy la luz del mundo, quien me sigue no anda en tinieblas (8,12).
*Yo soy la puerta de las ovejas (texto del Evangelio de hoy, 10,9).
*Yo soy el buen pastor que da su vida por las ovejas (10,11;  Sal 23).
*Yo soy la resurrección y la vida, quien cree en mí no morirá (11,25).
*Yo soy el camino, la verdad y la vida (14,6).
*Yo soy la vid, y ustedes son los ramas (15,5).
J. Castillo A.

Buda en Cáceres

No deja de sorprender que siga adelante el proyecto de construcción de la macroestatua de Buda y el centro Budista en la ciudad de Cáceres, ...